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Es Colima segundo estado menos pacífico de México



Miércoles 05 de Abril de 2017 7:18 pm

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Sólo está arriba de Guerrero en el listado; hasta el 2015 tenía el lugar 27, ahora es el 31; su tasa de homicidios ha aumentado tres veces desde el 2011


Colima es el segundo estado menos pacífico del país, debido a sus bajos resultados en el combate a la impunidad,  el fortalecimiento de la policía, las estrategias para disminuir las tasas de homicidio y otros indicadores.

Así lo establece el Índice de Paz en México 2017, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).

Según el listado recientemente publicado, el estado menos pacífico del país es Guerrero, seguido por el estado de Colima y en el tercer lugar, se encuentra Sinaloa.

Mientras que en la parte más alta de los índices de paz, se ubica el estado de Yucatán, con una calificación de mil 239 puntos; luego le siguen Nayarit y Tlaxcala.

Colima es el penúltimo lugar de esa tabla, con 3 mil 734 puntos, sólo superado, en materia de indicadores de violencia, por Guerrero, cuyo puntaje llega a 3 mil 927.

De acuerdo a los registros del Índice de la Paz en México, la seguridad en Colima ha sufrido un deterioro constante, pues en este mismo listado del año 2015, la entidad aparecía en el número 27.

Al consultar el resumen ejecutivo del estudio, que Colima tiene una tasa creciente de homicidios, a grado tal que en el 2016, dicha tasa fue tres veces más alta que los niveles registrados en el 2011.

Mientras que Nayarit – aunque su fiscal fue detenido recientemente por tráfico de drogas-, Durango, Coahuila, Quintana Roo y Chihuahua muestran las mayores mejoras en cuanto a paz en los últimos seis años.

El índice de Paz en México (IPM) 2017, toma cuatro áreas de la política pública para alcanzar altos niveles de paz: el combate a la impunidad,  el fortalecimiento de la policía, las estrategias para disminuir las tasas de homicidio y el papel de los gobiernos locales en la solución de los problemas.

El documento elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz expone que los gobiernos locales siguen teniendo pendiente mejorar el desarrollo y la confianza en la policía.

“Los bajos salarios de los policías han contribuido a la corrupción y la cooptación por parte de la delincuencia organizada, tener salarios altos se asocia con niveles más elevados de desarrollo y profesionalización de los cuerpos policíacos”, sentencia.

“En vista de los grandes riesgos relacionados con el trabajo y las recompensas  que ofrece la delincuencia organizada, los salarios deben ser una compensación adecuada para los policías”, dice el estudio.

Mario Alberto SOLÍS ESPINOSA



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