Cargando



Lo golpean hasta la muerte y lo transmiten por Snapchat



Jueves 29 de Diciembre de 2016 8:01 pm

+ -

Detienen a los tres presuntos culpables de matar a un joven mientras filmaban sus últimos momentos con el teléfono de la víctima.


El pasado 19 de diciembre, en Milwaukee, Wisconsin, Estados Unidos, Delvin Mendoza Chaparro, un joven de 20 años, fue humillado, golpeado brutalmente, abandonado para que se congelara, y muerto, todo, transmitido a través de Snapchat. 

Tres personas han sido acusadas por homicidio en primer grado, Devin Katzfey, Brendan Katzfey y Sarah Zakzesky. 

Un video muestra a Delvin en el suelo, dominado por los jóvenes, quienes le reclamaban haberles robado una pipa de agua para fumar mariguana; primero lo obligan a comer arena para gatos, posteriormente lo orinan encima, lo golpean, bajo el argumento de que así no volverá a robar. 

Fue un vecino quien encontró detrás de un garaje, cerca de unos cubos de basura, el cuerpo sin vida de Delvin. 

Su cara estaba completamente hinchada debido a los golpes que había recibido. La autopsia confirmo que murió debido a una brutal paliza.

Horas antes del hallazgo, las pruebas del asesinato habían sido publicadas, por los asesinos, en el perfil en Snapchat de la propia víctima. Tres videos subidos a su cuenta mostraban cómo Mendoza-Chaparro pedía que pararan las patadas y puñetazos mientras un joven, que se llamaba a sí mismo Superman, le acusaba presuntamente de un delito menor: haberles robado un bong y una pipa de mariguana.

La voz pertenece a Devin Katzfey, un chico de 20 años con antecedentes penales por posesión de armas, asalto a una vivienda y sembrar y vender derivados del THC. 

La noche anterior, Delvin y Devin fumaron en su departamento junto con otras dos personas, Sarah Zakzesky, de 20 años, y Branden Katzfey, de 19 años y hermano del agresor. También a ellos se les acusa de homicidio iimprudencial en primer grado. Todos estuvieron presentes cuando se filmaron los últimos momentos de Mendoza-Chaparro.

Según la declaración de la chica, aquella noche los tres detenidos habían fumado hierba en su habitación de la calle Rogers Street. Y según ella, se desmayó por los efectos de la droga, por lo que no vio más. Horas más tarde, recuerda que Branden la despertó para tener relaciones sexuales y, después de terminar y salir del baño, vio que Mendoza-Chaparro estaba durmiendo en el suelo. Señala que era alrededor de las 2.30 de la madrugada y que él debió llegar después de que ella perdiera el conocimiento.

A las 9 de la mañana del siguiente día, Devin Katzfey les despertó para decirles que la víctima les había intentado robar una pipa de mariguana y la había encontrado en su abrigo. Entonces agarró a Mendoza, le arrastró por el suelo, cogió su móvil, lo puso a grabar y prosiguió la paliza que ya había comenzado.

En el primer video el joven, puertorriqueño, todavía está vivo. Aparece un primer plano de su cara con señales de golpes.

"No se te ocurra venir a casa y robar, puta", dice Katzfey. "¿Sabes quién soy? Soy Supermán. Este es tu snapchat". Los fiscales siguieron la pista de Devin hasta una cuenta de Instagram en la que usaba el alias "SupermanX74", después cambiado a "superman_dlk"

El segundo video empieza con Mendoza-Chaparro tirado en el suelo al lado de la puerta. Se ve que le sale sangre de su cara y de su boca. "Esto es lo que pasa cuando peleas con un nigga como yo", le grita el agresor. Inmediatamente después, Katzfey gira la cámara hacia sí mismo y se graba el torso mientras dice: "¿Me oyes? Esto es lo que sucede cuando intentas robar".

En el tercer y último vídeo, la víctima intenta levantarse del suelo pero su agresor le tumba de una patada.

El informe policial recoge que Sarah Zakzesky y Branden Katzfey también lo golpearon. La chica dijo que la paliza duró unos 10 a 15 minutos y que Mendoza-Chaparro "ni siquiera tuvo la oportunidad de levantar los puños y luchar hombre a hombre".

Branden suma a las declaraciones que su hermano orinó sobre la víctima y le forzó a comer las heces que había en la caja del gato. Entre los tres luego lo metieron en un automóvil, condujeron unas calles, y lo dejaron detrás de un garaje. Hacía mucho frío. El hermano declaró que no llamó a la policía porque estaba asustado y porque creía que se lo merecía, por robar.

 

EXCÉLSIOR



1046 Vistas