Tejedores de redes
Domingo 27 de Noviembre de 2016 10:30 am
+ -Para tejer una atarraya se necesita mucha paciencia. Nudo a nudo se va formando la red. Las manos de Efrén son hábiles y su vista no le falla en ningún momento para seguir la guía milimétrica a la que debe dar continuidad para armar la malla completa.
ES imposible no voltear a verlos. Son los cargadores de la avenida Camino Real, en Colima. Hombres que se encuentran sobre el camellón de esta vialidad de acceso a la capital, a la espera de una oportunidad de trabajo como estibadores, que ya no se da como años atrás; ahora se dedican a tejer redes para pesca, que lucen como telarañas colgadas de las parotas donde son elaboradas.
Muchos de los cargadores de antaño ya han dejado este oficio, otros han muerto y muchos más se encuentran enfermos, así lo platica el señor Efrén Silva Tapia, de 76 años de edad, quien agradece a la vida haber aprendido a tejer antes que no pudiera cargar más.
Efrén Silva permanece sentado a pocos metros del paso vehicular. Teje una atarraya como tratando de tejer el tiempo que transcurre en esta actividad. Puntada a puntada demuestra su concentración, su calma para hacer un trabajo bien hecho. Cada amarre sucede al otro y así a otro más; la precisión es indispensable, de lo contrario, todo lo hecho no serviría.
“Esto empezó como un pasatiempo. Aquí nos juntábamos a esperar los camiones que llegaban para ir a trabajar hace como 20 años. Tejer atarrayas no era mi trabajo; mi trabajo era ser cargador, pero llegó el momento en que mis piernas no pudieron más y me siento muy afortunado de haber podido aprender bien esto de los amarres, porque es lo que me da de comer”, platica el señor Efrén, quien es el único, de otros cuatro, al que no le apena hablar a la grabadora y las cámaras de Diario de Colima.
